Si pensamos en aquellos recuerdos, momentos y sobre todo sueños que han logrado permanecer en nuestra memoria, Holi es uno de ellos. Usualmente puede ser que llegues a la India sin saber mucho sobre esta festividad, mejor dicho sin saber mucho sobre tantas cosas de ese hermoso lugar.
Sin embargo tal vez haz oído alguna vez hablar de la famosa fiesta de los colores de su alcance a nivel mundial (si, incluso en Buenos Aires se celebra pero poco tiene que ver con el festival original). Esta celebración esta relacionado con la luna, la primavera y el triunfo del bien sobre el mal. Lo que no sabía era el alcance real de este festejo: El segundo país más poblado del mundo se paraliza por completo.
Como toda celebración hinduista, Holi está cargado de rituales y ceremonias específicas.Si bien Holi comienza a celebrarse en la salida de la luna llena de marzo, los festejas comienzan unos días antes. En la calle se ven puestos con pistolas de agua y montañas con distintos polvos de colores. Hay dos clases de polvos: los naturales (hechos con flores molidas y muchos más caros) y los artificiales (más baratos pero con la desventaja que una vez que uno se embadurna de polvo todos pasan a ser de color rojizo). En los días previos, los niños ya comienza a jugar con los polvos de colores, y los grandes salen en moto buscando candidatos a pintar. Los templos comienzan a rebosar de gente, los dioses reciben ofrendas y los adultos se encargan de ir recolectando ramas y maderas para prender fuego.
Pero los festejos oficiales solo comienzan la noche previa a Holi. Una vez que la luna ha salido se prende una gran hoguera que representa el triunfo del joven príncipe ante su padre y su tía Joliká.(por defender al dios Vishnu) Joliká se representa con un pañuelo rojo, una mascara o una estatua que se coloca en lo mas alto de la hoguera. Ante el fuego, la gente se agrupa rezando y cantando. Suele haber un brahmán (sacerdote hinduista perteneciente a la casta más alta) que conduce la ceremonia. Las personas caminan alrededor del fuego arrojando dulces como ofrendas. También se pone a quemar bosta de vaca seca que sirve para la combustión y como ofrenda sagrada.
A medida que el fuego se va consumiendo el ritual va llegando a su fin. La mañana siguiente será el gran festejo.
El sol salió y los polvos de colores ya comienzan a teñir el aire. India se tiñe de fiesta. Los negocios están cerrados, ni funcionan los servicios de transporte. Desde temprano en la mañana los grupos de niños y adultos comienzan a salir a festejar. Cualquier esquina es un buen punto para bombardear al otro con colores y agua. Eso sí, siempre al grito de “Happy Holi”. Si bien el horario de celebración es al mediodía, desde temprano la calle es pura fiesta.
Un dato curioso, en ese día está permitido y es de público conocimiento el beber “Bhang” (una bebida preparada con leche y cannabis). Se prepara en grandes cacerolas en la calle y se reparten vasos libremente.
Pasado el mediodía, el festejo va llegando a su fin y la gente vuelve a su casa cubierta de todos los colores del arcoíris.
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